Esta Unidad tiene como objetivo la investigación de la enfermedad en todas sus fases realizando valoraciones diagnósticas de pacientes que presentan síntomas de Fibromialgia de manera multidisciplinaria, buscando las causas de los mismos y el tratamiento idóneo.

El síndrome de Fibromialgia es una condición crónica y compleja que causa dolores generalizados y un agotamiento profundo, y también una variedad de otros síntomas acompañantes. Muchas veces, se describe como un dolor de pies a cabeza.

Afecta principalmente a los tejidos blandos del cuerpo. No ocasiona dolor o hinchazón de las articulaciones.

Aunque es más común en mujeres adultas, también puede afectar a niños, a ancianos y a hombres.

CAUSAS

Se han descrito casos de fibromialgia que comienzan después de procesos puntuales, como puede ser una infección bacteriana o viral, un accidente de automóvil, la separación matrimonial, un problema con los hijos…

En otros casos aparece después de que otra enfermedad conocida limite la calidad de vida del enfermo (artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc).

Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.

Aunque aún no se sabe con certeza, es probable que una respuesta anormal a los factores que producen estrés desempeñe un papel muy importante en esta enfermedad.

Se han detectado en el sistema nervioso de personas con Fibromialgia, niveles bajos de algunas sustancias importantes en la regulación del dolor (particularmente la serotonina).

SÍNTOMAS

Además de dolor y agotamiento, la Fibromialgia también puede ocasionar uno o varios de los siguientes síntomas típicos:

  • Trastornos del sueño: A pesar de dormir las horas suficientes, pueden despertarse y sentirse todavía cansados.
  • Anquilosamiento: rigidez del cuerpo.
  • Incremento de dolores de cabeza o de la cara.
  • Malestar abdominal: trastornos digestivos, dolores abdominales, meteorismo, estreñimiento y/o diarrea.
  • Problemas genitourinarios: aumento en la frecuencia o de mayor urgencia para orinar, típicamente, sin una infección de la vejiga.
  • Parestesia: entumecimiento u hormigueo (por ejemplo, en las manos o los pies).
  • Sensibilidad a la temperatura.
  • Problemas de la piel: Síntomas molestos, como prurito, resequedad o manchas,
  • Síntomas del tórax: dolores del pecho o las partes superiores del cuerpo.
  • Desequilibrio: problemas de vértigo y/o del equilibrio.
  • Trastornos cognoscitivos: dificultad para concentrarse, “lentitud mental”, pérdida de la memoria.
  • Sensaciones en las piernas: “síndrome de las piernas inquietas” (impulso incontrolable de mover las piernas, sobre todo cuando se está descansando o reposando).
  • Sensibilidad ambiental: hipersensibilidad a la luz, ruidos, olores y cambios del tiempo.
  • Depresión y ansiedad.